miércoles, 19 de enero de 2011

Impresiones en Paris.

El día amanece gris perla nacarado.
Desde la ventana sonidos de vida, olores a pan y café.
Ya en la calle, tengo todo el día para disfrutar de cada decisión que tome sobre la marcha.
Nada planeado, a lo que salga.
Nada más salir tropezamos con un mercado de frutas en plena calle. Colorista, ordenado en montones regulares, las frutas se agrupan en banderas multicolores. Olor citricos impregnan el aire.
Las panaderias y pastiseries abiertas de par en par invitan a comprar algo calentito recien hecho.
La gente viste elegante, sobria y con toques discretos de color. Ropa de calidad y tejidos nobles.

Avanzamos por una avenida que da a la Bastilla. Me divierte pensar que en este lugar tan mercantil ahora tuviera lugar aquelos hechos revolucionarios del Paris miserable del siglo xviii. Boutiques, kebats, cafés y alta costura se mezclan sin atropellar a las tradicionales tiendecitas de quesos, de patés, de vinos, de carnes en pleno centro de la villa.
Aquí  no te sientes extranjero. Un ligero calor envuelve el visitante y lo hace suyo incorporándolo a su carrusel.
Paris, Paris de luz naranja ópalo.

1 comentario:

  1. Me gusta mucho tu manera de describir la ciudad, es muy plástica, te haces una idea muy visual. Te superas cada Día. Muy lindo.

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Feliz 13 años...