Este tipo de viviendas tiene su origen en los "adarves" árabes o callejones sin salida y en los "corralones" o patios comunes. Se trata de edificios de dos plantas generalmente con múltiples habitaciones, de planta cuadrada o rectangular y con un patio central. Aparecieron de forma accidental, al transformarse antiguos conventos o casas señoriales en viviendas. El agua se abastecía a través de una fuente o pozo en el centro del patio principal. Cada familia disponía de una o dos habitaciones. Las letrinas, en un rincón del patio, así como las cocinas y el lavadero eran de uso comunitario. Se cocinaba con carbón y se bañaban en barreños de cinc o palanganas.
Esta forma de vida creó fuertes lazos sociales, eran una auténtica "microsociedad", en la que estaba representados todos los gremios de la clase media baja ( carpinteros, albañiles, panaderos, etc) y que se apoyaban mutuamente. La figura de la "casera" era de gran importancia, abría y cerraba la puerta principal, cobraba las rentas, asignaba trabajos, resolvía disputas, etc.
En 1990 todavía se contaban con 190 corrales en Sevilla capital.
He hecho un recorrido por los pocos que ya quedan...algunos no los nombro porque la edificación actual no los ha respetado.
TRIANA.
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